Siempre que realizo una entrevista para La Taberna pienso en si gustará o no gustará y en si el entrevistado estará cómodo o no (una vez que sé que me la concede). En esta ocasión, claro, no ha sido una excepción.
Hoy entra en La Taberna un hombre que nació en Argentina hace casi 41 años y que se vino a España ‘a la aventura’. Tras trabajar para grandes editoriales y colaborar con periódicos muy importantes de distintos países decidió tirarse a la piscina y levantar un proyecto inexistente hasta entonces. Junto a un amigo de la escuela, nuestro invitado levantó una revista de calidad. De calidad en todas su vertientes, tanto por continente como por contenido. Un hombre en cuya mente se gestó ‘Orsai‘
Hoy, en La Taberna, Hernán Casciari:
¿Qué se le pasa por la cabeza a uno cuando decide quedarse en otro continente por una mujer?
Muchas cosas. Entre ellas, uno se pregunta si está realmente enamorado de la mujer o de la aventura de cambiar de mundo.
Al hilo de este hecho, has repetido en innumerables ocasiones que ‘Orsai’, la palabra, viene del término futbolero ‘Fuera de juego’. Por eso acuñaste así tu blog. Tras el paso del tiempo, ¿Sigue Hernán Casciari en ‘Orsai’?
Yo he visto argentinos llegar a España y, a los dos días, ya decían “pasta”, “vale”, “tronco”, “penalti”. Y también conozco gente que hace treinta años que viven acá y siguen diciendo “guita”, “che”, “gomía” y “fulbo”. Estar en “orsai” es, al principio, un dolor. Pero después de los años es una decisión. Yo estaré siempre mirando allá y escribiendo para allá.
El caso es que todo fue bien. Desde aquí comienzas a escribir lo que más adelante sería ‘Más respeto, que soy tu madre’, un éxito en internet que dio el salto al papel con traducciones y reediciones en varios países. Pero ¿Cuál es la sensación que se te queda cuando conoces que Antonio Gasalla quería adaptarla al teatro?¿Te gustó el trabajo que realizó?
Fue al revés. A Gasalla lo buscamos nosotros (el productor de la obra y yo). Lo perseguimos, nos dijo que no, lo volvimos a perseguir, etcétera. Hasta que un día dijo que sí. Su trabajo es tremendo.
Una de las cosas que quizás no conozca la gente es que tú ya eras escritor antes de llegar a España. De hecho, habías ganado premios internacionales gracias a tu trabajo. Tu primer relato escrito ‘de manera consciente’ fue “Un detalle sin importancia”¿Qué queda hoy de aquel Casciari de 17 años que empezaba como escritor?
El de los 17 años era un buen escritor, lleno de inexperiencia pero honesto. En cambio el de los 20 a los 30 fue un escritor horrible. Yo escribía para los concursos literarios, con una prosa infame. Escondía mi estilo. Escribí cuatro o cinco novelas malísimas. Cuentos espantosos. Después me fui a España y empecé a escribir online. Desistí de ser escritor. Y entonces encontré mi estilo.
¿Es distinto el proceso de escritura que utilizabas cuando tu público estaba en el papel al que utilizas ahora? ¿En qué?
Era diferente todo. Creo que era aburrido. Ya no me acuerdo. Solamente sé que aquellos textos nacían muertos. Los leo a veces y no hay respiración. Era muy esforzado escribir así. Creo que solamente me sirvió como ejercicio.
En ‘El pibe que arruinaba las fotos’ nos presentas a tu familia. Cuando uno habla tan abiertamente de los suyos corre el riesgo de que en la siguiente reunión familiar lo linchen. ¿Qué ocurrió cuando tu familia leyó el libro?
Esa novela fue, antes que un libro, un montón de cuentos que aparecieron en mi blog. Es decir, mi familia fue conociendo esos cuentitos uno a uno, a través de un par de años. Y creo que ese ritmo de publicación me salvó del linchamiento. Hubiera sido distinto si ellos veían todo junto en un libro.
En ‘España, perdiste’ despotricas de la forma de ser y ver las cosas de los españoles, mientras que en ‘España, decí alpiste’ nos muestras como los argentinos, como si de un Caballo de Troya se tratase, os habéis hecho con el país. Lo fácil sería preguntarte las diferencias entre unos y otros, pero ¿qué crees que deberíamos aprender unos de otros?
El libro es el mismo en los dos países. Solamente cambién el título y el marketing. En España es un libro para argentinos expatriados. Entonces tiene una portada nostálgica (una etiqueta de cerveza quilmes). En Argentina el libro es para cualquier lector, y hago hincapié en la reconquista (en la portada, una vaca argentina se esta cogiendo a un toro español). En algún texto hablo del aprendizaje de las dos culturas. «Nosotros, los argentinos, deberíamos aprender a bajar dos cambios en la retórica del por qué y preguntarnos, de verdad, quién carajo nos ha hecho tanto daño. Y ellos, está claro, deberían saber que ya es hora de sentarse en el diván, entrecerrar los ojos, y empezar a preguntar por qué.»
¿Cómo se queda uno cuando una productora lo llama para hacerse cargo de la vida de uno de los personajes de una serie de televisión? ¿Cómo afrontaste tu participación en ‘Mi querido Klikowsky?
Fue divertido, porque era una productora de televisión del País Vasco. Y me invitaban cada quince día a ver los rodajes. Después de eso, largos almuerzos con la mejor comida del mundo. Nunca comí tan bien como en esa época.
Siguiendo con la televisión, dentro del mundo de Internet, además de todos los blogs que has escrito, está EspolerTV. En esta comunidad, que nació de un blog en ‘El País’, se habla de series. De muchas series. ¡Y se ponen enlaces! Sin embargo, no existe publicidad ni ningún viso de posibilidad (o intención) de sacar dinero de ello. Por este hecho, quisiera preguntarte ¿Cuál es tu opinión actual sobre la ‘Ley Sinde?
Mi posición sobre esos temas (Sinde, Sopa, etc.) es hacer cosas.
Escribir para un diario argentino como es La Nación cuando uno está a cientos de kilómetros ‘de casa’ debe ser muy complejo, sin duda. Pero explicarle a una hija de dónde viene debe serlo aún más. ¿Sigue tu hija preguntándote por qué es argentina?
Explicarle a mi hija catalana mi país es uno de los hobbies más lindos que tengo. Puedo mentirle, darle datos sesgados, generarle utopías. Le explico la Argentina que me gusta, no la real. La pobrecita un día va a ir de mochilera y se va a dar cuenta que su padre, antes que nostálgico, era un mentiroso.
Con Christian Basilis creas ‘El Domingo’, si no me falla la documentación. ¿Cuál es la mejor lección que aprendió Hernán Casciari de su etapa en ‘El Domingo’?
Sin duda, que trabajar con Chiri (y con una pizzería de Comequechu al lado de la redacción) era divertido.
No me gustaría pasar a Orsai sin preguntarte por ese momento en el que decides despedirte de las grandes editoriales, además de ‘El País’ y ‘La Nación’, para embarcarte en Orsai. Las respuestas de las editoras debieron ser antológicas…
Antológico fue el silencio. Nunca me dijeron nada, ni buen ni malo.
Y ahora, me quiero centrar en la revista ‘Orsai’. La revista es, sin lugar a dudas, imponente. Por calidad de continente y contendido, ha conseguido muy buenas críticas por parte de los medios de comunicación y, por supuesto, de los lectores. Pero, cuando comenzasteis con esta locura ¿imaginabais que la gente se lanzaría a comprar un producto del que nada se sabía sólo porque tú estabas detrás de él?
No pensamos mucho en eso cuando empezamos. Nos centramos en lo que teníamos ganas de leer. Sabíamos que la gente también estaba un poco harta de lo que había, pero en ningún momento hicimos muchas cuentas ni previsiones. Fue más bien impulsivo.
¿Es ‘Orsai’ un caso excepcional o es el primero de los cambios que debería sufrir la industria editorial?
No lo sé. Por el momento es un proyecto entre autores y lectores que nos está resultando muy divertido. No queremos más que eso.
En España, una de las cosas que siempre han dicho los agricultores era que los intermediarios encarecían sus productos en más del 90%. ¿Ocurre lo mismo en el mercado editorial?
Sin duda. En la cultura, la agricultura y todas las palabras acabadas en €”tura. El intermediario es malo.
Son muchos los autores que han participado en la revista, desde Horacio Altuna hasta Nick Hornby, ¿Cómo se convence a estos maestros de participar en ‘Orsai’? ¿Cuál fue el más complicado de convencer?
No hubo complicados. Hubo los que dijero que sí rápidamente y los que no respondieron nunca. El mail fue el mismo para todos: «Estamos haciendo una revista literaria sin publicidad, y nos gustaría que estuvieras en ella».
¿Habéis conseguido todas las colaboraciones que os habéis propuesto? Quiero decir ¿No se os resistió nadie?
No hubo resistencia de nadie, porque por nuestra parte no hubo nunca insistencia. Mandamos un solo mail.
¿Cuál es la sensación que tienes cuando, como lector, lees ‘Orsai’? ¿Y como editor?
Me gustaría, a veces, pegarme un palo en la cabeza para perder la memoria y poder leer la revista como lector, sin conocimiento previo. Pero no puedo. Como editor, me siento feliz.
Algunas señas de identidad de la revista son la ausencia de publicidad y la posibilidad de descargarse la revista al completo. ¿En algún momento habéis estado tentados a cambiar alguna de estas premisas?
No. Justo esas son las premisas fundacionales. hemos recibido muchas ofertas de subsidio, de patrocinio y de mecenazgo. Pero preferimos la ayuda de los lectores y nada más. El PDF gratuito es marca de la casa también. Si no hay eso, no es Orsai.
En cuanto al precio de la revista, una cosa realmente curiosa es que, a efectos prácticos, cuesta lo mismo en todos los lugares donde se venda, es decir, lo que cuesta una cantidad de diarios del domingo. ¿Por qué esta medida?
Porque las editoriales no lo hacen. Para fastidiar. Para demostrar que se puede. Y que si ellos no lo hacen no es por imposibilidad, sino por codicia.
Actualmente, la revista está sumergida en su segunda etapa, en la que pasará de ser trimestral a ser bimestral. ¿Por qué este cambio? ¿Cambiará algo en el formato que conocemos actualmente?
Cambia todo. El capricho es otro. Este año vamos a publicar folletines, como se hacñia en el siglo XIX. Los textos de cada número continúan en el número siguiente. Por eso la hicimos bimestral y por eso la suscripción es anual. Se pagan las seis ediciones por adelantado.
¿Qué le dirías a aquellos que aún no conocen ‘Orsai’?
No les diría absolutamente nada. No hacemos publicidad. Seguramente ya se enterarán, algún lector les dirá algo.
Llevo un rato haciendo preguntas en plural, así que, para cerrar esta entrevista me gustaría hacerte una pregunta. ¿Sería posible ‘Orsai’ sin Christian Basilis? ¿Quién es ‘el Chiri’ en ‘Orsai’?
No sería posible la revista Orsai sin Chiri. Sin él, volvería a escribir en mi blog. Para que haya una revista necesito ese diálogo con él. Es la parte divertida. Sin eso, dejaría de divertirme. ¿Quién es Chiri? Un amigo mío de Mercedes.
Junto con él, has creado, además de muchas cosas en el pasado, la Editorial Orsai, donde se ofrece a los autores unas condiciones que serían imposibles en las grandes editoriales. En tu charla en el TEDxRíodelaPlata explicas que las cosas se pueden hacer de manera diferente. ¿Qué os lleva a lanzaros a algo tan farragoso como es editar los libros de otros? ¿Y a fijar las ‘cláusulas’ de la editorial (como son la titularidad de los derechos de los textos y el beneficio del 50% para el autor?
Queremos experimentar. Es eso. Ver qué cosas pueden funcinar sin redes. Como los chicos pequeños, que buscan los límites. Queremos ver en qué momento alguien viene y nos da una boofetada.
Además del último libro de Horacio Altuna y del tuyo propio, ¿nos puedes adelantar alguna novedad en el catálogo de la editorial?
No, realmente no puedo.
Para finalizar, te realizaré un pequeño test en el que me gustaría que dijeses lo que se te viniese a la mente cuando leas los siguientes nombres o conceptos:
Chiri Basilis y Cristina Badía
Las mismas iniciales.El Staff de Orsai
Gente muy capaz.Argentina y España.
Los países donde nacieron mi padre y mi hija. Es decir, mis países.Literatura.
Diversión.Futuro.
Presente.
Desde aquí, quiero agradecerle a Hernán Casciari sus respuestas tan amables a esta entrevista. Sobre todo, porque en estos momentos falta menos de un mes para que todos los lectores que ya están (estamos) suscritos a ‘Orsai’ recibamos nuestra revista número cinco.
Y a vosotros, espero que os haya resultado, cuanto menos, interesante esta charla con Casciari. Para mí, sin duda, lo ha sido.
Un gran hallazgo, compañero. Buen trabajo y espero que pronto dejes esto porque te han contratado en un suplemento dominical o algo así.
Muchas gracias, muchacho. Lo cierto es que si las entrevistas son buenas son siempre gracias al entrevistado. Las preguntas las puede hacer cualquiera XD
(y gracias por tus palabras).
He disfrutado con la entrevista, sí señor. Lo bueno de ideas como la revista Orsai es que ponen cada vez más en evidencia el engranaje editorial. Muchas cosas han de cambiar en el futuro, muchos modelos de negocio han de desaparecer y muchos aparecerán. No será indoloro ni rápido, pero internet es como una enorme apisonadora que lo está cambiando todo. Por suerte no es como el caballo de Atila; a su paso parece volver a crecer la hierba.
¡Enhorabuena!
Bueno, bueno, bueno. Nos “reencontramos” hace poco y a las primeras de cambio veo por estos lares una entrevista al Gordo, uno de los tipos a los que más leo desde hace unos años… y todo por un simple vistazo a un libro en el que aparecía una Quilmes.
Vale que tenían pasta suficiente (generada por lo beneficios teatrales, eso sí, no es que los billetes crecieran del suelo) como para permitirse el “capricho” que supone la revista, pero vaya cojones tuvieron al iniciar el proyecto. A ver cómo evoluciona la cosa en este segundo año. Desde luego las firmas que ha ido filtrando poco a poco me llaman bastante la atención :).
¡Felicidades por la entrevista!
Copón, qué nivelón!
Espectacular hoyga, que calidad de invitado, que calidad de entrevista. Deberían convalidártela por créditos de libre configuración, porque lo merece.
Enhorabuena.
Picomike: Yo también lo creo. Poco a poco se verá que hay otra forma de hacer las cosas.
Gamboi: Lo cierto es que sí tiene muy buena pinta el rumbo que tomará Orsai este año. Y bienvenido de nuevo 😉
Ponzonha: Es que me lees con buenos ojos. Muchas gracias por tus palabras, Doc.
Me ha gustado muchísimo. Bien escrita. Y la historia es muy interesante. Te felicito. Un abrazo.