Estoy agotado, no fisicamente, sino interiormente. Solo quiero saber de ti. Hace unos días, paseando por la Atlantida me acordé de tí. Bajo el agua todo tiene otro color. Se que no me recuerdas y no te culpo, es más, lo entiendo perfectamente. Cuando te ví tras la barra de aquel bar me hicístes diferente. Creo que te gusté. Siento no haber podido hablar contigo pero se que lo pasaste bien esa noche. Lo único que lamento es que tras esa noche tubiese que marcharme a las profundidades, donde nadie sabe de nadie y todo el mundo olvida. Todos menos yo.